Hay muchos mitos en torno a las mujeres embarazadas, cómo que no pueden tener relaciones sexuales, acción que muchas veces termina afectando la relación de pareja y esto sucede solo por desconocimiento. Aquí te cuento la historia de mis amigos Fran y Gerardo, que derribaron todos estos tabúes y encontraron la manera de seguir disfrutando del sexo estando embarazados.
El otro día visité a mi amiga Francisca quién ya lleva casi 5 años casada con Gerardo y tienen una pequeña de casi 10 años. Estuvimos hablando de lo jóvenes que eran cuando Fran estaba esperando a Mónica, su hija, y a medida que avanzaba su embarazo algo que los tenía preocupados era cómo afectaría de alguna forma en su vida sexual.
Fran, que además es técnico en enfermería y apasionada por la salud ginecológica, había leído que el sexo durante el embarazo podía ser agradable, pero no estaba segura de qué hacer, ya que le habían dicho que algunas mujeres podían experimentar ciertas complicaciones, como contracciones uterinas, sangrado vaginal o infecciones.
Por lo que, se pusieron a investigar y encontraron un artículo en la página www.quironsalud.es, querían a toda costa asegurarse de que no había riesgos para su salud y la de su hijo. La nota explicaba que el sexo durante el embarazo era seguro en la mayoría de los casos.
“Durante el embarazo los músculos de la pelvis están más irrigados y hay más flujo sanguíneo, por lo que practicar sexo es bueno en esta situación. Ayuda a disminuir el estrés porque durante el orgasmo se libera oxitocina, que es la hormona del amor, de la empatía y de las relaciones sexuales. Liberar oxitocina es bueno para el bebé y para la mujer”, explicaba la doctora Isabel Rodríguez-Piñero.
Sin embargo, el mismo estudio indicaba que, “el 54% de las gestantes carecen de apetito sexual durante el primer trimestre de embarazo. Esto está directamente relacionado con los síntomas físicos: en los primeros tres meses disminuye la libido si existen problemas como malestar, náuseas, vómitos, cansancio, etc”.
Era lo que le pasó a Fran durante el primer periodo de gestación, que redujo su deseo sexual, pero después, me contaba, que se sentía más cómoda con el embarazo y no tuvieron problemas en explorar nuevas posiciones y experimentar con diferentes formas de estimulación sexual que les resultaran cómodas y placenteras. También se aseguraron de usar lubricante para garantizar una experiencia más cómoda y evitar cualquier irritación vaginal.
En resumen, el sexo durante el embarazo puede ser una experiencia segura y satisfactoria para muchas parejas. Lo más importante es comunicarse entre sí, consultar con un médico o médica y estar atentos a cualquier cambio en el cuerpo. Con un poco de experimentación y creatividad, es posible disfrutar de una vida sexual plena y emocionante durante el embarazo.