En el día Internacional de la Visibilidad Lésbica, es importante reflexionar sobre cómo la discriminación de género y orientación sexual afectan la salud de las mujeres lesbianas. A menudo, enfrentan obstáculos y barreras en el acceso a la atención médica, lo que puede tener consecuencias para su bienestar físico y emocional.
El Día Internacional de la Visibilidad Lésbica es una oportunidad para reflexionar sobre la discriminación que aún enfrentan las mujeres lesbianas en diferentes ámbitos, incluyendo el de la salud.
Un estudio exploratorio de la agrupación chilena Lésbica Rompiendo el Silencio, realizado en 2020, reveló que más del 70% de las mujeres encuestadas han sido acosadas en la vía pública por su orientación sexual. Además, el 68% declaró no haber acudido a centros de salud para realizarse exámenes de autocuidado por miedo a ser discriminadas.
Estos datos son preocupantes y ponen en evidencia la necesidad de seguir trabajando para erradicar la discriminación hacia las mujeres lesbianas en el ámbito de la salud. De hecho, estudios realizados en otros países demuestran que este problema no es exclusivo de Chile. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha comprobado que las mujeres lesbianas tienen menos probabilidades de realizarse exámenes de detección de cáncer de mama y cuello uterino en comparación con las mujeres heterosexuales. De hecho, una investigación realizada en 2017 en el estado de Utah encontró que solo el 31% de las mujeres lesbianas se realizó un examen de Papanicolaou en los últimos tres años, en comparación con el 71% de las mujeres heterosexuales.
Por otro lado, en España se ha detectado que las mujeres lesbianas tienen más dificultades para acceder a tratamientos de fertilidad y, en algunos casos, se les pide que demuestren su orientación sexual antes de recibir dichos tratamientos. De acuerdo con una investigación realizada en 2019 por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), solo el 38% de las mujeres lesbianas en España ha recibido información sobre técnicas de reproducción asistida.
A pesar de estos datos preocupantes, es alentador ver que cada vez hay más iniciativas para mejorar la inclusión y la diversidad en el ámbito de la salud. Por ejemplo, en Estados Unidos, organizaciones como la Human Rights Campaign Foundation y la Association of American Medical Colleges están trabajando para mejorar la capacitación de los profesionales de la salud en temas relacionados con la diversidad sexual y de género.
En España, algunas clínicas de reproducción asistida han implementado políticas para garantizar el acceso de las mujeres lesbianas a los tratamientos de fertilidad, sin discriminación.
En conclusión, la discriminación hacia las mujeres lesbianas en el ámbito de la salud es un problema global que requiere de la atención y el compromiso de todos. Es importante seguir trabajando para promover un ambiente de respeto y empatía en todos los espacios, incluyendo los servicios de salud, para que las mujeres lesbianas se sientan seguras al momento de buscar atención médica.
Con el compromiso de organizaciones y profesionales capacitados, se puede avanzar hacia una atención médica adecuada y libre de prejuicios para todas las personas, independientemente de su orientación sexual.