Consejos para su cuidado del piso pélvico.

Mujeres Exeltis

El entrenamiento muscular del Piso pélvico es poco ejecutado por las personas en general debido al gran desconocimiento sobre su existencia y la forma adecuada de entrenar.

Los músculos del piso pélvico son la estructura que realiza el sostén de los órganos pélvicos, mantiene la continencia de orina y heces, permite el vaciamiento de la vejiga y el intestino, como también propicia y mantiene la función sexual. 

Como cualquier grupo muscular del cuerpo, es importante mantenerlo en forma. Sin embargo, la poca educación sobre la existencia de estos músculos en la región genital, provoca que sean desconocidos y por lo tanto no se les preste atención hasta que surgen los primeros síntomas de su debilidad, como lo son la pérdida de fuerza en forma de incontinencia, prolapso o disfunción sexual.

Este artículo señala la importancia de conseguir y mantener un piso pélvico poderoso y cómo lograrlo:

Mantener las condiciones musculares del piso pélvico es importante para la mejora de la calidad de vida de las personas, especialmente de las mujeres quienes tienen más factores de riesgo para presentar disfunciones pélvicas. 

Con la ayuda de la Fisioterapeuta pélvica y especialista en Sexualidad Funcional, Carolina Silva entregaremos la información más relevante sobre este asunto. 

¿Qué es el piso pélvico y para qué sirve?

El  piso pélvico es el conjunto de músculos  y ligamentos que cierran la parte baja de la pelvis y el abdomen. Aunque desconocido para la mayoría de las personas, los músculos del piso juegan un papel muy importante en la calidad de vida. Esta musculatura cumple diversas funciones esenciales, como permitir el control de esfínteres. También se encarga de sujetar los órganos que hay al interior de la pelvis, como la vejiga, el recto y, en el caso de las mujeres, el útero.

Además, influye directamente en la calidad de la función sexual.

Por último, como su nombre indica, es el piso de la pelvis, y la pelvis constituye los cimientos de la columna. Así, el piso pélvico se encarga de dar la correcta estabilidad a la parte superior del cuerpo y por lo tanto recibe las presiones que vienen del abdomen. 

¿Cómo funciona nuestro piso pélvico?

El piso pélvico es un amortiguador. Es decir, los músculos que lo componen deben estar tónicos para poder sujetar los órganos y para cerrar bien nuestros esfínteres ante momentos en los que aumenta la presión abdominal, como cuando tosemos, damos saltos o corremos. Los músculos del piso pélvico también deben mantenerse elásticos y flexibles para permitirnos orinar y evacuar, disfrutar de una función sexual placentera y permitir el parto con mayor facilidad y sin lesionar estructuras pélvicas.

¿Qué problemas aparecen si el piso pélvico no funciona de forma correcta?

Si los músculos del piso pélvico no funcionan correctamente, pueden aparecer diversos problemas, algunos de ellos frecuentes e incómodos:

– Incontinencia urinaria o anal.

– Prolapso o descenso de los órganos pélvicos.

– Estreñimiento.

– Cistitis de repetición.

– Dolor en las actividades sexuales

 -Dolor pélvico

– Lumbalgias frecuentes.

– Dolor en el pubis o pubalgia.

¿Por qué se desacondicionan los músculos del piso pélvico?

Solemos decir que somos los únicos animales que tenemos problemas de suelo pélvico y de espalda porque sólo los seres humanos caminamos en posición bípeda.

En el caso de la mujer, a este hecho se suman, además, dos circunstancias particulares que aumentan el riesgo de presentar disfunciones de piso pélvico: por un lado, que anatómicamente el piso pélvico tiene una desventaja mecánica por la presencia del canal vaginal, que atraviesa los músculos y que no cuenta con músculos esfinterianos que cierren este canal con alta presión; y, por otro, el embarazo y el parto, los cuales son una sobrecarga grande y constante y  un trauma a la musculatura.

Por otra parte, la menopausia, trae consecuencias funcionales que afectan al piso pélvico ya que la disminución del estrógeno favorece la pérdida de lubricación vaginal, el afinamiento del epitelio de este canal, como también de la mucosa de la uretra, y la pérdida de masa muscular lo que perjudica a la estructura del piso pélvico, llegando a manifestarse como disfunciones pélvicas y sexuales.

En términos generales, todo lo que haga aumentar la presión abdominal, debilitará el piso pélvico de hombres y mujeres. Por eso, existen otros factores de riesgo que también influyen en su estado:

  • Los deportes de alto impacto: hacen que las vísceras reboten y el suelo pélvico tenga que amortiguar el golpe. Esta acción mantenida en el tiempo y de forma muy repetitiva irá debilitando el piso pélvico.
  • Sufrir episodios habituales de tos (por alergias, asma…).
  • Realizar trabajos en los que hay que  levantar pesos de forma recurrente.
  • Presentar obesidad.
  • Sufrir estreñimiento crónico.
  • Tocar de manera frecuente instrumentos de viento: debido a la fuerza abdominal que hay que hacer al soplar.

¿Cómo se puede evitar que el piso pélvico pueda perder sus propiedades musculares y se debilite? 

Para evitar que los músculos se desacondicionen es necesario entrenarlos y no solamente en fuerza, sino que también en resistencia, Coordinación (para que sepan contraer pero también relajar), potencia y flexibilidad. Y todas estas cualidades se entrenan con mucho más que los simples ejercicios de Kegel. 

El entrenamiento debe ser individualizado y no hay una pauta general que le sirva a todo el mundo debido a la cantidad de sistemas que se relacionan con estos músculos y además las diferentes demandas de sobrecarga a los que se enfrenta cada piso pélvico dependiendo del estilo de vida y condición de salud de cada una. 

Por lo tanto, el entrenamiento muscular del piso pélvico debe ser prescrito y supervisado por un profesional de la fisioterapia o kinesiología pélvica. Sin embargo todas las personas pueden comenzar por reconocer su propio piso pélvico y aprendiendo cómo se mueve, al mirarse al espejo la zona genital mientras intentan cerrar y esconder la región del ano entre los glúteos.

Jamás, se debe realizar ese movimiento mientras se está orinando o evacuando, ya que esto genera desincronización entre los sistemas autónomos y voluntarios de estos procesos de evacuación y podría conllevar a daños en el tracto urinario superior e infección. 

Si se está presentando una disfunción del piso pélvico, no siempre es indicado realizar entrenamiento muscular de esta región en una primera instancia. Por eso es importantísimo que se realice evaluación de la estructura y de la función muscular con un profesional especialista en el área. 

Dicho esto, a continuación, vamos a desmitificar algunas creencias comunes sobre el suelo pélvico:

Solo las mujeres que han dado a luz necesitan preocuparse por el cuidado del piso pélvico.

Realidad: Si bien el embarazo y el parto pueden debilitarlo, todas las mujeres, independientemente de si han dado a luz o no, pueden beneficiarse de entrenar estos músculos. Factores como el envejecimiento, la obesidad, la práctica de deportes de alto impacto y las condiciones de salud específicas pueden afectar la salud del piso pélvico en cualquier etapa de la vida.

Hacer ejercicios de Kegel es suficiente para fortalecer los músculos del piso  pélvico.

Realidad: Si bien los ejercicios de Kegel fueron en su momento una luz para lo que hoy en día conocemos cómo entrenamiento muscular del piso pélvico, hoy sabemos que la resistencia muscular, la coordinación, la potencia y la fuerza requieren ser entrenados de forma más exigente. Básicamente el apretar -soltar por cantidad de veces al día, no resuelve los síntomas de la mayoría de personas con disfunciones pélvicas o sexuales. 

El entrenamiento muscular del piso pélvico es solo para mujeres mayores.

Realidad: entrenar el piso pélvico es relevante para mujeres de todas las edades ya que puede prevenir y tratar disfunciones como la incontinencia urinaria, los prolapsos y mejorar la salud sexual. Comenzar a cuidar el suelo pélvico desde una edad temprana puede ser beneficioso para mantener su funcionalidad y prevenir problemas futuros.

Los ejercicios de alto impacto son perjudiciales para el suelo pélvico.

Realidad: Si bien ciertos ejercicios de alto impacto, como correr o saltar, pueden ejercer presión sobre el suelo pélvico y por lo tanto son un factor de riesgo para que los músculos se lesionen, no significan necesariamente que no se puedan realizar estos deportes. Lo que se debe tener en cuenta es que los músculos del piso pélvico estén adecuadamente preparados para enfrentar la sobrecarga del deporte que se va a practicar. Esto significa que deportistas de alto impacto deberían entrenar su piso pélvico también en una dosis alta para que así tengan músculos pélvicos competentes que soporten las sobrecargas del deporte.  

Recuerda que cada persona es diferente y es importante buscar asesoramiento de profesionales de la salud especializados en el cuidado del piso pélvico para obtener una evaluación personalizada y recomendaciones adecuadas.

Los contenidos de esta publicación se redactan solo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar o sustituir diagnósticos, tratamientos o recomendaciones de un profesional. Consulta con tu especialista de confianza ante cualquier duda y busca su aprobación antes de iniciar cualquier procedimiento.

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