Hay estudios que dicen que el consumo rutinario de pastillas anticonceptivas puede incrementar el riesgo de padecer cáncer de mamas, pero también existen otros factores como la edad, la alimentación, el consumo de alcohol y los antecedentes familiares que también inciden.
Todos los días a la misma hora tengo el hábito de tomar la pastilla anticonceptiva. Una alarma ha sido por años mi mejor aliada para no olvidar tomarla y gracias a esto he podido disfrutar de mi sexualidad sin “sustos” y una salud hormonal estable.
Pero ¿saben? nunca me había preguntado si este método me podría provocar algún tipo de cáncer como el de mamas. Así que me puse a googlear y justo me encontré con un artículo informativo de la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV).
La nota se justificaba a través de un estudio realizado por el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, que advertía que “las mujeres que usan anticonceptivos orales tienen un 24 % más de riesgo en comparación a quiénes no consumen”.
Agregando “se basaron en datos de más de 150.000 mujeres que participaron en 54 estudios epidemiológicos, concluyendo que bajó el riesgo después de que se detuvo el uso de anticonceptivos orales”.
Con esto ya me estaban dando ganas de abandonar la rutina hormonal, pero igual me pregunté: ¿Existirán otros factores o comportamientos que puedan incidir en la posibilidad de sufrir esta enfermedad?
Ahí apareció una explicación del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU que aclaraba que estos estudios de observación no podían establecer tajantemente el anterior postulado. “En este caso, las mujeres que toman anticonceptivos orales pueden diferir de las mujeres que no los toman en algo más que en el uso de anticonceptivos orales, y es posible que estas otras diferencias —más que el uso de los anticonceptivos— sea lo que explique su diferente riesgo de cáncer”.
¡Okey! Voy entendiendo entonces que también me debo fijar en los otros factores que igual me pondrían exponer… Ya, pero ¿cuáles son algunos de ellos?
- Depende la edad
- Antecedentes familiares
- Radiación en el pecho o en el rostro antes de los 30 años
- Ciertos cambios en la mama
- Sobrepeso
- Antecedentes de embarazo
- Uso de TRH (terapia de reemplazo hormonal)
- Consumo de alcohol
- Falta de ejercicio
- Tabaquismo
- Entre otros…