El embarazo es un período de transformación y crecimiento, tanto emocional como físico, en la vida de una mujer.
Uno de los aspectos más notables de este viaje es cómo el cuerpo experimenta una serie de cambios para albergar y nutrir al nuevo ser que está creciendo dentro. En esta nota, exploraremos los cambios físicos comunes que suceden después del embarazo y cómo las mujeres pueden abrazar y cuidar sus cuerpos en esta nueva etapa.
Para Macarena Urízar, Kinesióloga Pelviperinea, “El embarazo es un periodo de cambios en la vida de la mujer. Uno de los aspectos más notables son los cambios físicos producidos durante y después de la gestación, tengamos en cuenta que todo el cuerpo de la mujer se adapta para el crecimiento de esta nueva vida, y se experimentan transformaciones en todos los sistemas corporales, desde el endocrino u hormonal hasta en los músculos del cuerpo, estos cambios son importantes tanto a nivel físico, cómo a nivel emocional”.
Además, indica que “el post parto o puerperio comprende desde el nacimiento del bebé hasta que los sistemas regresan a su estado pre gestación y eso lleva tiempo, siendo un gran desafío para la mujer, el de aceptar su nueva maternidad y su nuevo cuerpo que formó una vida completa”.
El embarazo es un período de profundos cambios en la vida de una mujer, y uno de los aspectos más notables son los cambios físicos que ocurren durante y después de este emocionante viaje. A medida que el cuerpo se adapta para dar cabida al crecimiento de una nueva vida, experimenta transformaciones que pueden ser tanto emocionantes como desafiantes.
Josefa Acuña, Matrona con mención en Gestión y Salud y Familiar, manifestó que “La verdad siempre se hace énfasis en los cambios físicos de la mujer en el post parto, pero pocas veces nos enfocamos en los cambios emocionales, sobretodo si es el primer hijo, la madre debe cambiar por completo su rutina de vida, incluso afectando a la relación de pareja. Los dos primeros años son los más difíciles, ya que ambos deben adaptarse a todos los cambios que conlleva el criar a un bebé, con menos tiempo para compartir en pareja, disminución de la líbido en algunos casos”.
A esto agregó que “cuando se está en pareja es muy importante que ambos puedan aprender a aceptar los cambios y solo verlo como una etapa importante en la relación. Y bueno, cuando la madre es soltera y no tiene redes de apoyo, es mucho más difícil. Si alguna madre está pasando por un proceso en el que no se siente feliz y tranquila, lo mejor es asistir a terapia psicológica, tanto para ella como para la pareja si es el caso”.
Cambios en el peso y la figura:
Uno de los cambios más evidentes después del embarazo es la fluctuación en el peso. Durante el embarazo, el cuerpo acumula reservas de grasa para apoyar el crecimiento del bebé y proporcionar energía durante la lactancia. Después del parto, es normal que las mujeres experimenten una pérdida gradual de peso a medida que el cuerpo se ajusta.
Es importante entender que el cuerpo puede no volver a su forma pre-embarazo de inmediato, y esto es completamente normal. La figura puede cambiar debido a la distensión abdominal, la relajación de los músculos y otros factores. La paciencia y la aceptación son clave para abrazar estos cambios y permitir que el cuerpo se recupere de manera natural.
Cambios en el abdomen:
Uno de los cambios más evidentes después del embarazo es la transformación del abdomen. Durante el embarazo, el útero se expande para acomodar al bebé en crecimiento, lo que puede resultar en la separación temporal de los músculos rectos del abdomen, conocida como diástasis de rectos. Si bien esto es común, algunas mujeres pueden enfrentar dificultades para recuperar la firmeza abdominal después del parto. Los ejercicios específicos y la orientación de un profesional de la salud pueden ayudar a fortalecer los músculos y restaurar la tonificación abdominal.
Cambios en los senos:
Otro cambio importante es la transformación de los senos. Durante el embarazo, los senos pueden aumentar de tamaño y volverse más sensibles debido a los cambios hormonales. Después del parto, es común que los senos se llenen de leche debido a la lactancia materna. Tras el destete, es posible que los senos vuelvan a su tamaño original, pero la elasticidad de la piel podría haber cambiado. El uso de sujetadores adecuados y la hidratación regular pueden contribuir a mantener la salud y la apariencia de la piel en esta área.
Cambio en la piel y estrías:
El estiramiento rápido de la piel durante el embarazo puede llevar a la aparición de estrías en áreas como el abdomen, los senos y las caderas. Aunque las estrías no pueden eliminarse por completo, ciertos productos y tratamientos tópicos pueden ayudar a minimizar su apariencia. Mantener la piel hidratada y nutrida durante el embarazo y después del parto puede ser beneficioso para prevenir o reducir la aparición de estrías. Las manchas oscuras en la piel, conocidas como melasma, también pueden ser una preocupación temporal.
El cabello también puede cambiar, con pérdida de cabello más intensa que ocurre a menudo varios meses después del parto. Esto se debe a la fluctuación hormonal y suele ser temporal. El uso de productos de cuidado de la piel adecuados y una dieta saludable pueden ayudar a mantener la piel y el cabello en su mejor estado.
Cambios en el peso y metabolismo:
El aumento de peso es un componente natural del embarazo para proporcionar nutrición al bebé en desarrollo. Sin embargo, después del parto, muchas mujeres se enfrentan al desafío de perder el peso ganado. El metabolismo puede cambiar debido a la variación en los niveles hormonales, lo que puede hacer que la pérdida de peso sea más difícil. Un enfoque equilibrado de la alimentación y el ejercicio, siempre bajo la guía de un profesional, puede ayudar a recuperar gradualmente la forma física.
También es recomendable complementar la alimentación con suplementos nutricionales como Regenesis Ultra antes, durante y después del embarazo. Contiene SPM para prevención del parto prematuro, mayor cantidad de Omega 3 (DHA Y EPA), 25mg de Hierro ferronyl (mayor disponibilidad menos eventos adversos) y ácido fólico de cuarta generación (mayor disponibilidad), Vitamina D 800UI, más nutrientes necesarios.
Cambios en el piso pélvico y los músculos abdominales:
El embarazo y el parto pueden afectar los músculos del suelo pélvico y abdominales. Estas estructuras son fundamentales para darle soporte al cuerpo y el correcto funcionamiento sexual y urinario, por lo que su debilitamiento puede provocar problemas como dolores de espalda e incontinencia.
Para Macarena Urizar, el dolor de espalda es uno de los más comunes. Al respecto, sostiene que “Llevará algún tiempo que los músculos del abdomen vuelvan a “ser fuertes” o funcionales ya que durante el embarazo permanecieron distendidos por el crecimiento del bebé, por lo que tu cuerpo cargará el peso sobre los músculos de la espalda y es común que experimentes dolor, ya que te estás adaptando a una vida con un nuevo bebé, eso implica posturas desafiantes para el cuidado del mismo, es importante que si el dolor persiste consultes con profesionales especializados en el post parto y trabajes esa musculatura”.
Realizar ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico, puede ayudar a recuperar la fuerza y la función adecuadas. Además, ejercicios específicos para los músculos abdominales, como el trabajo en la zona del “core”, también pueden contribuir a la recuperación y la prevención de problemas a largo plazo, todo esto debe ser acompañado con un profesional capacitado en piso pélvico para poder evaluar funcionalidad y fuerza después del parto.
Transpiración:
Recuerda que durante el proceso de embarazo tu cuerpo retiene líquidos, lo que causa hinchazón y sensación de pesadez, pues bien, después del parto, tu cuerpo busca la forma de eliminar este exceso de líquidos, por lo que es normal que experimentes sudoración excesiva especialmente durante la lactancia o en la noche.
Aparte de estos síntomas durante el posparto, también puedes sufrir de estreñimiento e incontinencia al orinar, esto se debe a que tu cuerpo está regulando su proceso digestivo y urinario, alivia estos malestares con una dieta balanceada y mantente hidratada.
Los cambios físicos después del embarazo son una parte natural y esperada del viaje de la maternidad. Cada mujer experimenta estos cambios de manera única, y es importante recordar que no hay un estándar de belleza “postparto perfecta”. La autoaceptación, el autocuidado y el apoyo emocional son esenciales para abrazar estos cambios y sentirse bien en el propio cuerpo.
En lugar de enfocarse en volver a la forma pre-embarazo, debemos celebrar la increíble transformación que nuestros cuerpos han experimentado para dar vida. Al entender y aceptar estos cambios físicos, las mujeres podemos comenzar a disfrutar plenamente de esta nueva etapa como madres y sentirnos orgullosas de la fortaleza y la resiliencia de nuestros cuerpos.
Los contenidos de esta publicación se redactan solo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar o sustituir diagnósticos, tratamientos o recomendaciones de un profesional. Consulta con tu especialista de confianza ante cualquier duda y busca su aprobación antes de iniciar cualquier procedimiento.
Fuentes:
https://canalsalud.imq.es/blog/cambios-cuerpo-postparto-embarazo