La lactancia en el lugar de trabajo es un tema importante que requiere atención y apoyo por parte de los empleadores y las leyes laborales. Desde iniciativas de empresas que fomentan la lactancia materna, hasta leyes que protegen el derecho de madres para amamantar y extraer leche, la lactancia es normalizada y protegida.
La lactancia materna tiene numerosos beneficios tanto para la madre como para el bebé. Está científicamente comprobado que la lactancia ayuda a fortalecer el vínculo afectivo, proporciona nutrientes esenciales y protege al bebé contra enfermedades. Para la madre, amamantar reduce el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer de mama y ayuda a la recuperación posparto. Pero amamantar y mantener una rutina laboral puede ser un gran desafío para las mujeres.
En Chile, se han establecido regulaciones para garantizar que las mujeres trabajadoras tengan el derecho y la oportunidad de amamantar a sus bebés incluso mientras se encuentran en el ámbito laboral. La Ley N° 20.545 de Lactancia Materna establece que toda mujer trabajadora tiene derecho a un permiso de lactancia de una hora al día, que puede ser dividido en dos fracciones de 30 minutos cada una. Este permiso se otorga durante los primeros seis meses de vida del bebé y puede ser extendido hasta que el niño cumpla dos años, si así lo solicita la madre.
Además del permiso de lactancia, la ley también establece que los lugares de trabajo deben contar con espacios adecuados y privados para que las mujeres puedan extraerse y almacenar la leche materna. Estos espacios deben ser limpios, seguros, cómodos y estar equipados con una silla, una mesa y un lavamanos cercano. Asimismo, deben contar con facilidades para refrigerar y almacenar la leche de forma higiénica.
Victoria Sanchéz, 29 años, es madre de Mateo. Su embarazo fue particularmente especial. “Yo supe que estaba embarazada en febrero del 2020 y un mes después, entramos en cuarentena”, recuerda Victoria. El embarazo y gran parte del postnatal lo vivió desde su casa. “Yo tuve mucha suerte. Pude amamantar a mi hijo mientras realizaba teletrabajo. Las pocas veces que tuve que extraer leche en la oficina, lo hacía durante el horario laboral, en el baño”, cuenta Victoria.
Promover la lactancia en el lugar de trabajo es fundamental para apoyar a las mujeres trabajadoras en su decisión de amamantar y garantizar que no se vean obligadas a abandonar la lactancia debido a limitaciones laborales. “Cuando volví a trabajar de manera presencial, podía reservar una hora para amamantar a mi hijo, lo que era un gran beneficio porque podía ir a verlo en el jardín durante el día”, afirma Victoria.
No siempre las mujeres son informadas de sus derechos y tampoco cuentan con las condiciones para extraer leche en el lugar de trabajo. Promover y apoyar la lactancia no solo cumple con las regulaciones legales, sino que también contribuye al bienestar de las madres y sus bebés, fortaleciendo la conexión entre el ámbito laboral y la maternidad.