La evolución del anillo como anticonceptivo

Anticoncepción

La historia del anillo anticonceptivo tiene sus orígenes en la búsqueda de los científicos por crear nuevas formas de administrar hormonas para evitar embarazos no deseados. 

Este ingenioso anillo de plástico flexible, transparente y de aproximadamente cinco centímetros de tamaño, fue diseñado para liberar de manera constante y controlada etinilestradiol y etonogestrel, dos hormonas sintéticas similares a las que se encuentran en las píldoras anticonceptivas, lo cual lo convierte en una opción ideal para las mujeres que buscan una forma más práctica de anticoncepción.

Una de las grandes ventajas del anillo anticonceptivo es su alta eficacia. Si se utiliza correctamente, tiene una tasa de efectividad superior al 99%. Esto significa que de cada 100 mujeres que utilizan el anillo como su único método anticonceptivo durante un año, menos de una quedará embarazada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ningún método anticonceptivo es infalible, y su uso adecuado es fundamental para maximizar su eficiencia.

Además, el anillo también ofrece otros beneficios. Por ejemplo, algunas mujeres experimentan una disminución en la intensidad de los cólicos menstruales y una mejora en el acné. También se ha observado que puede regular los ciclos menstruales irregulares y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de ovario y el de útero. Y para mujeres más activas o en momentos de cambios, como las vacaciones de verano, el anillo es una alternativa muy conveniente, ya que tiene menos probabilidades de ser olvidado en comparación con otros métodos.

Pero estos no son los únicos beneficios del anillo vaginal, ya que también se destaca por no interferir durante las relaciones sexuales (no lo siente la persona que lo está utilizando ni su pareja), puede usarse con las copas menstruales y al utilizarlo no se cae por la anatomía de la vagina, entre otras particularidades positivas.

En cuanto al uso del anillo anticonceptivo, este es extremadamente sencillo. Para introducirlo de forma correcta, simplemente hay que tumbarse de espalda con las rodillas hacia arriba o levantarse y poner un pie sobre una silla. Luego, se pliega el anillo sujetándolo por los lados con los dedos pulgar e índice y se introduce en la vagina lo más profundo posible para minimizar las molestias.

Una vez puesto, el anillo permanece en la vagina por tres semanas seguidas. Durante este período, el dispositivo libera constantemente una dosis de hormonas que inhiben la ovulación y espesan el moco cervical, dificultando el paso de los espermatozoides hacia el útero. Después de este lapso de tiempo, se retira el anillo enganchándolo con el dedo índice por debajo del borde de la cara anterior o tirando de él entre los dedos índice y pulgar, lo que provoca la menstruación. Una vez finalizada la semana de descanso, se coloca un nuevo anillo siguiendo el mismo procedimiento.

Entonces, ¿qué estás esperando para sumarte a la Evolución del Anillo? Esta opción cómoda, segura y altamente efectiva puede ser ideal para ti y tus necesidades. No dudes en consultar a tu médico de confianza y tomar el control de tu anticoncepción, disfrutando de la tranquilidad que te brinda este pequeño gran aliado.

Los contenidos de esta publicación se redactan solo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar o sustituir diagnósticos, tratamientos o recomendaciones de un profesional. Consulta con tu especialista de confianza ante cualquier duda y busca su aprobación antes de iniciar cualquier procedimiento.

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