El autismo ha sido tradicionalmente asociado con características observadas predominantemente en hombres, lo que ha llevado a una brecha significativa en el diagnóstico entre géneros. Sin embargo, estudios recientes han puesto de manifiesto que esta discrepancia puede deberse más a un infradiagnóstico en mujeres que a una menor prevalencia real.
Diferencias en la Manifestación del Autismo
Las mujeres con autismo a menudo presentan síntomas más sutiles y desarrollan estrategias de “camuflaje” para adaptarse a las expectativas sociales. Estas tácticas pueden incluir la imitación de comportamientos neurotípicos y el esfuerzo consciente por encajar en entornos sociales, lo que dificulta la identificación de los signos tradicionales del trastorno.
Estadísticas Reveladoras
La proporción comúnmente aceptada es de tres hombres diagnosticados por cada mujer. Sin embargo, esta cifra está siendo cuestionada, ya que investigaciones sugieren que muchas mujeres permanecen sin diagnosticar o son diagnosticadas erróneamente con otros trastornos, como ansiedad o depresión.

Impacto del Diagnóstico Tardío
La falta de un diagnóstico oportuno impide que muchas mujeres accedan a intervenciones tempranas y apoyos adecuados, lo que puede derivar en desafíos adicionales en áreas como la educación, el empleo y las relaciones interpersonales. Además, la ausencia de comprensión sobre su propia neurodivergencia puede afectar negativamente su salud mental y bienestar general.
Hacia una Evaluación Más Inclusiva
Es esencial que los profesionales de la salud mental reciban formación específica sobre cómo el autismo se manifiesta en mujeres, incorporando herramientas de evaluación que consideren estas diferencias. Solo a través de un enfoque más inclusivo y consciente de las cuestiones de género podremos garantizar que todas las personas en el espectro reciban el reconocimiento y el apoyo que merecen.
Fuente: La realidad del diagnóstico tardío del autismo en mujeres Mujeres en el autismo – Fundacion ConecTEA – Juntos en el Autismo Autismo en las mujeres ¿Por qué se diagnostica menos?